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martes, 10 de mayo de 2011

Colegios públicos son guía para los centros privados en materia de inclusión, afirman

Los colegios públicos son guías para muchos centros privados del país que, en materia de inclusión de alumnos con discapacidad "se hacen de la vista gorda", opinó la directora de Educación Básica Especial del Ministerio de Educación, Clemencia Vallejos.

Manifestó que, si bien hay todavía muchos retos por atender, su solución no pasa únicamente por tener más dinero, sino más bien por el desarrollo de políticas claras y específicas, como las aplicadas por el sector Educación.

Luego de una inversión considerable en la atención de niños con habilidades diferentes en las escuelas públicas, dicho ministerio puso ahora el ojo en la atención del ámbito privado, al que apoya de diversas maneras.

¿A qué se debe el mayor avance de la educación inclusiva en el ámbito público que en el privado?

–Al gran apoyo recibido por parte del Estado. Las instituciones públicas reciben el acompañamiento del Servicio de Apoyo y de Asesoramiento a las Necesidades Educativas Especiales (Saane) que funciona acoplado a los Centros de Educación Básica Especial de cada Unidad de Gestión Educativa Local (Ugel).

Este es un apoyo que debe poner la institución privada, pero no lo hace seguramente por un tema de costos. Sin embargo, de acuerdo con las leyes y como dice la Defensoría del Pueblo, estas instituciones tienen que aceptar a los niños con discapacidad y darles una atención de calidad, lo que no siempre ocurre. A veces padecen discriminación.

¿Hay falta de sensibilidad o desconocimiento?

–Hay mucho desconocimiento y no solo en las instituciones privadas. A escala nacional hace falta que padres de familia envíen a sus hijos a la escuela. Tenemos centros de educación básica especial con oferta todo el año, pero muchos padres creen que ya no hay posibilidades de superación con sus hijos, lo que no es cierto.

Son muchas las barreras a las que se enfrenta la educación inclusiva, ¿por dónde empezar?

–Hay mucha responsabilidad en la familia y la sociedad en su conjunto. Hay que trabajar mucho en la sensibilización. Ese es el gran reto. Los políticos dicen a veces que falta presupuesto, pero eso no es todo. Por ejemplo en el ámbito privado hay dinero, pero prima el temor.

¿Temor?

–Sí, hay temor en recibirlos y es por el desconocimiento que tienen. Piensan que son totalmente diferentes, que necesitan muchos recursos, que serán sancionados porque los avances no serán fáciles, y es así como voltean un poquito la espalda, pero la ley es muy clara.

No pueden dejar de matricularlos. A veces los tienen y no los saben tratar. No tienen gente capacitada y no estamos hablando necesariamente de especialistas.

Para atenderlos en el aula, se necesita que la docente esté orientada, tenga nociones de qué hacer con un ciego, darle más material concreto, que pueda tocarlo.

Es aquí donde ustedes los ayudan. ¿Cómo se da este apoyo?

–Para eso están los Saane. La educación básica especial ofrece diversos servicios, uno de ellos es el centro de educación básica especial, que es la guía de la educación inclusiva, con docentes especializados, que constituyen un equipo de asesoramiento y apoyo para los maestros del aula.

Ellos ayudan a identificar las necesidades educativas especiales, cómo manejar el currículo, cómo hacer las adaptaciones, preparar el material educativo, trabajar con los padres de familia, sensibilizar a los otros niños.

¿Los Saane existen en todo el Perú?

–En todos los distritos a escala nacional. El problema es que las instituciones privadas no se acercan al centro de educación especial, porque allí van estudiantes con discapacidad severa y por eso creen que no les servirá para los casos que tienen.

¿Cómo marcha la atención en provincias?

–Tenemos centros educativos y docentes capacitados. La población potencial no está totalmente atendida pero la que asiste sí. Queremos sensibilizar más a los padres de familia, a la comunidad sobre el tema. Si encontramos a un niñito con discapacidad que no va a la escuela, será tarea de todos llevarlo, porque es su derecho.

¿Cómo pueden apoyar a la universalización de la educación inclusiva las autoridades regionales?

–La autoridad regional está sensibilizada, asignan mayores recursos. En Arequipa y Junín se consiguió crear nuevos centros especiales y en este momento estamos desarrollando un proyecto con apoyo de la Cooperación Española en la Libertad, Cajamarca, Piura, Ica y en Lima provincias, gracias al cual hemos establecido un centro de recursos, donde hay un equipo de profesores que se ocupa del quehacer de todas las escuelas.

Hacemos cursos de capacitación, adaptaciones de material educativo. Esta iniciativa se inició el 2010 y termina este año. Se invirtieron dos millones y medio de dólares.

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