La reducción de la desnutrición crónica infantil de 22.9% a 17.9% en este quinquenio, motivó un estudio preparado para CARE, que da como resultado la publicación Análisis del éxito en la lucha contra la desnutrición en el Perú, de Andrés Mejía Acosta, del Institute of Development studies at the University of Sussex, de Inglaterra.
Tras sostener que Crecer es una estrategia única en el mundo, por sus destacables articulaciones vertical y horizontal, el investigador comenta que se estudian iniciativas similares en Etiopia, Bangladesh, Brasil, India y Zambia, pero que ninguna con la efectividad del modelo peruano.
¿En dónde radica el éxito de esta estrategia, que no obstante no goza de un fabuloso presupuesto?
–Habría que destacar que no se trata de cantidades de dinero o transferencias, si no de coordinación y uso. Antes había duplicación de funciones, pero con el nacimiento de Crecer se redujo esta duplicidad y facilitó la cooperación entre diferentes sectores y agencias, cosa que es difícil conseguir en otros países. En India, cada uno de los ministerios de iniciativas sociales, tiene su propio estilo de financiamiento de trabajo y acción, pero a pesar de que sus intervenciones cuentan con mucho dinero los resultados son más pobres.
Con esto se demuestra que en el Perú hay estructuras diferentes de trabajo en el ámbito de Estado...
–Tiene que ver con las arquitecturas de trabajo y de política. De cómo se coordinan estas iniciativas. En el caso de la colaboración interministerial, se da tanto dentro del gobierno, pero también con una apertura a las agencias de cooperación. A diferencia de otros países, las agencias de cooperación vienen a prestar apoyo técnico, visibilidad de compromiso público, y un relativo menor apoyo financiero. Las agencias del Perú, por ejemplo, no tienen el peso y la contribución que tendrían en Etiopía y Bangladesh, donde el 70% del presupuesto social es financiado por el exterior. Aquí se trata de un presupuesto propio.
¿La estrategia habría sido posible sin contar con la voluntad política, como se dio en este caso?
–En este caso hay un movimiento muy explícito en la creación de Crecer como parte de la Comisión de Asuntos Sociales dentro de la PCM. Entonces hay un apropiamiento del Ejecutivo, que indica: esta estrategia no pertenece a salud, a educación, ni a desarrollo social. Es una estancia supranacional que abarca y coordina con todos.
¿El trabajo de coordinación horizontal que se da en Crecer es su mayor fortaleza?
–Es una combinación de varios aspectos. Uno es la coordinación horizontal, el otro es la coordinación territorial, nacional, regional y municipal. Lo que estamos empezando a encontrar en otros países es que tienen una o la otra, pero difícilmente ambas como sucede aquí.
¿Qué características encontró en los recursos humanos que participan y que son los artífices de su éxito?
–Hay dos caras de una misma moneda. En un lado encontramos una capacidad técnica muy alta, mucha profesionalización y buena coordinación. Por ejemplo en Ayacucho, hay representantes del Acuerdo Nacional, la Mesa de Lucha contra la Pobreza , de Care. Hay como una reproducción de las agencias que coordinan a escala nacional. En el lado complejo, no se encuentran patrones de responsabilidad política, es decir los funcionarios locales no tienen una conexión con sus electores en estos temas.
¿Quiere decir que no hay un reconocimiento?
–Exacto, no hay conexión entre el trabajo que se ha hecho y la continuidad que se le debe dar. Entrevisté a alcaldes que lograron reducciones muy impresionantes, pero que durante las elecciones o los mandan a su casa, o ganan por muy pocos votos.
Es decir se pone en peligro este conocimiento ganado...
–Lo hicimos sin políticos, pero los necesitamos para que lo continúen. Es una paradoja interesante. Parte del propósito de este evento es que el nuevo gobierno tome los elementos que funcionaron para continuarlos.
¿Considera que Crecer es un caso único en el mundo, qué espera de una estrategia de este tipo...?
–Hay que tener cuidado cuando uno habla de éxito, pues lo que se documenta aquí son cinco años de continuidad y funcionamiento de una estrategia que logra coordinación entre agencias y ministerios, y lo hace en el ámbito territorial, pero aún quedan muchos desafíos. Hay que asegurar que esa coordinación continúe para lograr una mayor penetración en municipios y regiones.
¿Crecer demuestra que el Estado puede ser eficiente?